Vídeo de boda en La Garriga de Castelladral

El vídeo de boda de Jordi & Berta en la Garriga de Castelladral.

Una selección de proveedores nupciales con criterio, empezando por el vídeo de boda.

Os presento un vídeo de boda en la Garriga de Castelladral, el de Jordi y Berta, son una pareja que tienen muy claro lo que quieren, todo el proceso de selección de los servicios de su boda se basaban en tener un buen feeling con el proveedor, la calidad del servicio y la capacidad de adaptación a sus necesidades. Después de un breve contacto telefónico, donde se vio que eran una pareja que sé ajustaba a mi manera de ver las bodas y yo un videógrafo que se ajustaba a sus necesidades cerramos una reunión en mi despacho de Igualada.

Cuando tienes delante una pareja que sabe lo que quiere para su boda es muy fácil, están en nuestro estudio porque les gusto nuestro trabajo y el precio se ajustaba a lo que andaban buscando, además se crea buen feeling desde los primeros minutos de conversación, pues ya tenemos la combinación perfecta.

En la reunión se generó buen rollo desde el minuto cero, ellos venían de ver otros videógrafos con miles de seguidores en Instagram que ofrecen videos de autor de 7 minutos, yo les ofrecí aquello que sé hacer, grabar toda su boda con todo el cariño del mundo y disfrutando cada momentos y luego montar un vídeo donde quede su boda reflejada tal y como fue. Sin límite de horarios, con mucha profesionalidad y con la seguridad que editaría su vídeo para ellos, no para redes sociales.

El vídeo de boda perfecto

Cada pareja quiere un vídeo de su boda que se ajuste a su manera de vivir su enlace.

Cada pareja es distinta, por eso cada vídeo de boda debe de ser distinto. El vídeo de boda de Jordi & Berta debía de seguir unas pautas claras, elegante, divertido y que respetara las lecturas y speach que se fueron efectuando durante la ceremonia y la cena, por ese motivo se optó por ser dos videógrafos durante toda la boda y así poder asegurar que uno se encargara de las lecturas y parlamentos y el otro captar reacciones y ambiente.

También se optó por la utilización del drone para tener planos aéreos que vistieran la filmación, para ello se agregó un tercer componente al equipo, un piloto de drones profesional que voló durante la previa, la ceremonia y el aperitivo.

Otro handicap que se tuvo que tener en cuenta es que había una sorpresa una hora y pico después del inicio del baile, eso nos llevaba a tener que quedarnos hasta altas horas de la noche para poder filmar la sorpresa, una barra de Frankfurt del restaurante del padre de Jordi, El Farolillo de Manresa.

Por lo demás fue una boda muy divertida donde nos trataron como uno más y tanto el catering, el staff de la masía como los invitados nos dieron lo mejor para poder llevar a cabo nuestro trabajo.